lunes, 3 de agosto de 2009

Por falta de pigmento

Dejó de sonar dead can dance y la muerte dejo de cabriolar. Los pensamientos se enredaron otra vez y pasaron ranas por mi cabeza para ver como el espacio se disuelve en colores, las nubes se diluyen entre el aire, y un pájaro deja en el vuelo una estela de algodón de azúcar.

Tengo otra vez este pensamiento confundido que no me deja flotar. El aire se ha interrumpido y no pasa mas por entre mis brazos y mi pelo ya no se mueve. Es como si dejara de fluir en este espacio y me convirtiera en piedra, soñando siempre en ser rana, para saltar sin temor. Cuando soy rana quiero ser flor para contemplar el sol y dejarme llevar por un momento de melancolía y color.

A vece me doy cuenta que soy piedra llena de humo por dentro y de masa condensada con olor putrefacto, quiero dejar de serlo y no soy rana ni flor. Entonces me doy cuenta que no tengo color y sufro de alguna especie de decoloración por falta de anilina que los médicos llaman depresión. Sin quererlo lloro, deseo ser amor de color y olvidarme de esta comezón neuronal.

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